Diem José Bergamín i passem de puntetes. Perquè... a
quants els hi sona el nom?
Entre els més vells, trobo algun lector de la revista La hora de España (1937-1938) on
treballava amb el seu amic Rafael Alberti; entre els no tant vells i estudiosos
de la Generació del 27 ─a la que pertanyia per edat més que per obra─ hi ha
alguns que troben la primera publicació de Rimas
y sonetos rezagados l’any 1962 i
coneixen l’anècdota de la creació de l’expressió “España peregrina” (1972). Uns
altres troben la seva poesia reunida l’any 1984. I aquells que el seguiren al
seu retorn a Espanya van poder llegir Velado
desvelo ( 1978) i Por debajo del
sueño (1979).
D’un estadi entremig del seu exili, a França, recordem un
poema que ens explica la seva preocupació més gran
VOLVER
Volver
no es volver atrás.
Lo
que quiero de España
no
es su recuerdo lejano:
yo no siento su nostalgia.
Lo
que yo quiero es sentirla:
su
tierra bajo mi planta;
su
luz, arder en mis ojos
quemándome
la mirada;
y
su aire que se me entre
hasta
los huesos del alma.
Volver no es volver atrás.
Yo
no siento la añoranza:
lo
que pasó no vuelve,
y
si vuelve es su fantasma.
Lo
que yo quiero es volver
sin volver atrás de nada.
Yo quiero ver y tocar
con mis sentidos Epaña,
sintiéndola como un sueño
de vida, resucitada.
Quiero verla muy de cerca,
cuerpo a cuerpo, cara a cara:
reconocerla tocando
la cicatriz de sus llagas.
Que yo tengo el alma muerta,
sin enterrar, desterrada:
quiero volver a su tierra
para poder enterrarla.
Y cuando la tierra suya
la guarde, como sembrada,
quiero volver a esperar
que vuelva a ser esperanza.
Volver no es volver atrás:
yo no vuelvo atrás de nada.
París,
1957
Quan està a punt de marxar cap a Euskal Herria, els seus
sentiments han patit un canvi que mostra aquests versos:
Fui peregrino en mi patria desde que nací.
Y lo fui en todos los tiempos que en ella viví.
Lo sigo siendo, al estarme ahora y aquí
peregrino de una España que ya no está en mí.
Y no quisiera morirme aquí y ahora
para no darle a mis huesos tierra española.
No és doncs d’estranyar que acabi vivint i escrivint a
Donostia. Al seu primer article a Punto y Hora ─El interregno─ja podíem llegir:
“Esta democracia tan a la española por achocolatada y babosa más que de los
muertos nos está pareciendo la democracia de los gusanos; de sus gusanos
devoradores del cadàver en putrefacción del franquismo (...) Los cuatro jinetes
apocalípticos de este terrorismo estatal ultratúmbico y monarquizado que
destruye España se llaman Fraga, Suárez, González y Carrillo, sociedad nominal
de irresponsabilidad ilimitada y de inseguridad pública”.
Va viure a la seva terra, la que li donava la llibertat
per a escriure. ─Camí que ja havia seguit Alfonso Sastre i en algun moment
Álvarez-Solís─. Va ser a prop d’un any ja que moriria el 28 d’agost de 1983.
Està enterrat a Hondarribia envoltat per la ikurriña. El seu biògraf més fidel,
Gonzalo Penalba, deixa testimoni:
“No cabe duda de que la bandera republicana cubriendo el
féretro bergaminiano hubiera tenido un sentido más profundo y acorde con lo que
siempre defendió. Pero, por otra parte, la ikurriña simbolizaba perfectamente
el último combate de este luchador infatigable: fue la prueba inequívoca de que
la muerte había encontrado al escritor en la brecha, con la pluma y el corazón
puestos al servicio de la causa que creyó justa”.
Que conservar la seva memòria no sigui un deute només
d’Euskal Herria.