És pur oportunisme, però d’alguna cosa havia de servir
l’estimació de Julio Cortázar per Cuba. I parlo d’oportunisme perquè,
aprofitant les dades, vull dedicar també l’atenció a un trobador cubà mort
prematurament als 51 anys el mateix 12 de febrer de 2014 ─tres anys després─,
Santiago Feliú. Encara que per edat no va arribar a conèixer al Che, del que
Julio Cortázar era un admirador, si va seguir d’aprop moviments inspirats en la
seva idea, com l’M-19 o l’EZLN , al que ─apostant
per l’utopia─ considerava “la única guerrilla digna que existe”..
MI MUJER ESTÁ
MUY SENSIBLE
Santiago Feliú
No eres tú,
es el destornillado cotidiano azar,
la puerta del delirio, la fangosa realidad,
los narcos, la inflación, la solución impar,
los dioses apagados, la fantasía incapaz,
Berlín, Fidel, el Papa, Gorbachov y Alá.
No eres tú, mi amor…
es el destornillado cotidiano azar,
la puerta del delirio, la fangosa realidad,
los narcos, la inflación, la solución impar,
los dioses apagados, la fantasía incapaz,
Berlín, Fidel, el Papa, Gorbachov y Alá.
No eres tú, mi amor…
No eres tú,
son estos días de mierda que también se irán,
son Lennon y Guevara que no saben regresar,
latinos divididos sin América;
soy yo, que no me curo de quererte más,
es por los pasaportes y la enemistad.
No es por ti, mi amor…
son estos días de mierda que también se irán,
son Lennon y Guevara que no saben regresar,
latinos divididos sin América;
soy yo, que no me curo de quererte más,
es por los pasaportes y la enemistad.
No es por ti, mi amor…
No eres tú,
es tanta democracia para no creer,
es la canción de Silvio y la crisis de fe,
es la sabiduría de desaprender,
es América sin guía, transando con Clinton,
es un amor por Cuba,
es defender su luz,
es como cuando faltas, cuando faltas tú.
No eres tú, mi amor…
es tanta democracia para no creer,
es la canción de Silvio y la crisis de fe,
es la sabiduría de desaprender,
es América sin guía, transando con Clinton,
es un amor por Cuba,
es defender su luz,
es como cuando faltas, cuando faltas tú.
No eres tú, mi amor…
No eres tú,
no eres lo que esta noche me costó inventar,
es falta de marcianos, es por mi aterrizar;
es que me falta cuento en esta capital:
se amarga hasta el romance y la anarquía crece más;
es cuerda que se oxida en esta vena de pensar,
es musa mal parida, es que no sé ni qué cantar,
No eres tú, mi amor…
No eres tú…
¡Son los demás!
no eres lo que esta noche me costó inventar,
es falta de marcianos, es por mi aterrizar;
es que me falta cuento en esta capital:
se amarga hasta el romance y la anarquía crece más;
es cuerda que se oxida en esta vena de pensar,
es musa mal parida, es que no sé ni qué cantar,
No eres tú, mi amor…
No eres tú…
¡Son los demás!
Per a conèixer l’inici de les relacions de Cortázar amb
Cuba em serveixo d’Antón Arrufat. Aquest escriu després de la participació de
Cortázar com a jurat del Premio Casa de las Américas:
“Una mañana
húmeda de febrero de 1963 se abrió la puerta de mi despacho en Casa de las
Américas, y contra la blancura de la hoja, que se mantuvo abierta, vi por
primera vez a Julio Cortázar. La amistad dio comienzo en aquel momento. [...]
Nadie tan lúcido, que ha abandonado su tierra natal, asolada por tiranías, y
vive en el destierro voluntario, sube a un avión e inicia una larga travesía
hacia un país desconocido, si no lo impulsan los resplandores de la ciudad
dorada. Ante mis ojos asombrados y complacidos estaba el cronopio perseguidor.
En pura lógica
─y era una de las causas de mi sorpresa─, ¿qué podía saber Julio Cortázar de
Cuba? Con frecuencia, antes de su llegada, me hice esa pregunta. Algo sabrá
─dudaba al responderme─: noticias de periódicos parisinos, lo aprendido en
manuales de historia latinoamericana... Creía que él sabía tan poco de
nosotros, como nosotros de él. Pero una pasión semejante nos empujaba, y el
encuentro se volvió inevitable. Ambos lanzábamos una botella al mar, expresión
de la que descubriría más tarde, le gustaba valerse.
En las cartas
que me escribiera desde París, trass u regreso, encontraría la explicación,
oscura e instintiva, metafóriza o sagaz, y en realidad sabia, de su conducta,
dels viaje y el amor consiguiente. Podría resumirse en esta confesión: “Me he
enfermado incurablemente de Cuba”. A tal enfermedad, inoculada en un organismo
dispuesto a recibirla, que le produciría júbilos, contradicciones y graves
disgustos, se mantuvo son embargo fiel hasta el fin, cuando las venas se negaron
a alimentar su corazón.”
Entre els poemes de Cortázar no recollits en un llibre,
trobo aquest
COMPAREN, CABRONES
En el cuartel del Moncada donde los esbirros de Batista
torturaban
y castraban,
hay una escuela.
En la escuela de Vallegrande donde se aprendía a
deletrear flor y colibrí,
huele a sudor y a sangre.
I aquells morts junts en la Història
que no els separi l’oblit o la mala memòria.