
No ho puc evitar, cada cop que em trobo amb la imatge del ministre Montoro, el poema de Mario Benedetti i sense solució de continuïtat, la veu del Quintín Cabrera se'm fan d'allò més viu, més present.
També és cert que faig trampa, ja que des del lloc on escric veig la caràtula del vinil amb la composició d'aquella foto formada per quatre trossos d'imatges rialleres.
Però, han canviat tantes coses? El disc, gravat l'any 1976, porta com a entrada del poema aquestes paraules: "Creo que este poema de Mario Benedetti no necesita ningún comentario. Quizá, solamente consignar que estaba esperando desde 1971 para poder ser cantado en público".
"Aquí en la calle
suceden cosas,
que ni siquiera
pueden decirse.
Los estudiantes
y los obreros
ponen los puntos
sobre las íes".
Si la memòria no em traeix, crec recordar al Quintín Cabrera en un acte electoral del Partit al Parc de la Creueta del Coll. Devia ser a les primeres eleccions de la democràcia, uns temps difícils en els que alguns cantants treballaven per militància... i així els hi anava als pobres!
Després va deixar La Floresta per marxar a viure a Madrid. Ens vàrem retrobar en una Festa del PCE ─potser el 1998─, l'any que li feien un homenatge/record a Blas de Otero. Després, la distància i la notícia de la seva malaltia, reflectida genialment en aquella "milonga" que ell sabia dominar i que amb un gran sentit de l'humor amagava la gravetat. Més tard, el dotze d'aquest mes de l'any 2009, la notícia del seu traspàs. (El pròxim mes faria 70 anys). El poeta Carlos Álvarez, ─al que jo havia considerat 'sempre empresonat'─ diria: "Nunca entenderé la manía que tienen los demás de morirse". L'expressió, que sembla irreverent, no ho és en el context del personatge al que dedico el meu record. Només cal atansar-se a les dècimes que va escriure per donar coneixement de l'evolució de la seva malaltia. El títol ja és prou clar:
"Parte médico y/o de guerra". (Són deu entregues que comencen el 16 de novembre del 2008 i acaben el 18 de gener del 2009 amb més de 100 versos en cada entrega).
Us deixo algunes mostres. S'inicia la primera:
Hace tiempo que no sé
cómo andas camarada
y si no te he dicho nada
es que en casa, el Interné
va como el culo y se ve
que debo arrastrar la cruz
porque no veo la luz
en el túnel en que estoy
me quejo, pateo y doy
contra un muro mi testuz.
Un informe aquí te mando
que te explica mis pesares,
Socio, que por estos lares,
sigo vivito y coleando.
Eso sí: no sé hasta cuando
(aunque no ya mismo espero)
no me doblan, compañero,
ni curas ni dictadores
me doblan estos dolores
pulmonares traicioneros
Desde tierras de Castilla
donde se encuentra Luzón
entonaré mi canción
-una gaucha milonguilla-
y aunque mi voz ya no brilla
y mi acento está opacado
por el tiempo que ha pasado
y por las enfermedades
sigo cantando verdades
y las canto en todos lados.
Así que, buen compañero,
un abrazo antes que nada.
Mi saludo, Camarada,
junto a este canto sincero.
Tomo mi guitarra, pero
solamente como apoyo
porque hoy este criollo
se vale del Interné
así que imagínese
la música y todo el rollo.
(...)
La cosa es seria, no crea,
y si sigue hacia delante
sólo me espera un transplante
de pulmones. Pa' que vea
que mi pobre vida rea
se va quedando más corta:
sedimentos en la aorta
y más grande el corazón.
Menos mal que la razón
aunque poca, no está "morta".
En fin, que paso mis días
entre toses y sofocos
y veo que me queda poco
rollo. Aunque alegrías
si que tengo. En la vía
no se quedarán mis hijos.
Les dejo, porque eso es fijo,
poca plata y cien canciones,
herramientas y montones
de ideas con que me rijo.
(...)
Mi familia, macanuda:
la niña tocando el piano
y es feliz, como su hermano
y eso me sirve de ayuda.
Ferran en Coruña, suda
para mantener su prole.
Tres nietos como tres soles
son los que tengo en Galicia.
Así es que me hace justicia
la vida con sus bemoles.
Con la canción sigo igual:
lidiando contra molinos.
Ya sabe usté que mis trinos
fustigan al capital,
por eso veo normal
que me ignoren los que mandan
y silencien los que andan
adulando al influyente.
(aunque a mi canto, esta gente,
en vez de callar, agrandan)
(...)
Pel seu interès us trameto, íntegre, el "parte" desè i últim. M'és absolutament impossible posar-me en la pell del Quintín. Quin estat d'ànim! Quina forma d'intentar que els estimats que estan al costat no puguin caure en la més immensa pena! Tots a riure... somriure... L'espectacle segueix!
Yo deseaba que este "parte"
-que ya es el número diez-
anunciara de una vez
la operación y, con arte,
explicaros el descarte
del pulmón que ya no vale,
que se acabaron mis males
y el futuro viene rosa.
Pero hay que esperar, la cosa
no da para euforias tales.
Para mejor, gradualmente,
soy más planta que persona
paso sentado y la zona
de los glúteos lentamente
se ha transformado en un ente
rebelde y con vida propia.
Mis sentidos, en la inopia,
no puedo ni caminar
y no hablemos de cantar…
No soy yo, soy una copia.
Este año empieza mal.
Veremos si bien acaba
y brindaremos con cava
si llegamos al final.
Yo sigo siendo un chaval
pues ya perdí veinte quilos.
¡Sin dietas! Estén tranquilos
porque a nadie recomiendo
que pierda peso sufriendo.
Las tragedias, para Esquilo.
Como ven, ya ni me quejo
¿de qué me voy a quejar?
porque es hablar por hablar
recibir o dar consejos.
Ya llegué a bastante viejo
(aunque quiera vivir más)
en este mundo jamás
sabemos cuánto duramos
la vida nos la jugamos
frecuentemente, además.
Así trascurren mis días
más que abatido, aburrido.
Me canso, pero no ha sido
porque me falte alegría
es porque esta pena mía
de vivir con poco fuelle
me ha hecho acatar las leyes,
a no ser indiferente.
y oxígeno dependiente
más tranquilo que los bueyes.
La doctora está confiada
-eso vale un Potosí-
pero, Amigos, sigo aquí
y nunca me pasa nada
sólo espero una llamada
y el teléfono no suena.
Tengo la cabeza llena
de teorías delirantes
esperando que un donante
me libre de esta condena.
De momento, he aprovechado
para arreglarme los piños*
y comprobar el cariño
que mucho me han demostrado
mis deudos. En todos lados
me han tratado con sincera
amistad, que reverbera
como un sol donde se exponga.
Y aquí acaba su milonga
su amigo Quintín Cabrera.
*Piños- Así llaman coloquialmente en Madrid a la dentadura (y a los dientes)
Ventas, Madrid, enero 09
El transplantament no va complir les expectatives en ell dipositades.
No sé pas com acabar. Potser la forma que li agradaria al Quintín seria la de la imatge de Los lunes al sol, amb els amics al bar i posant el contingut de la copa de l'amic a l'urna que guarda les cendres.
Nosaltres, "con guitarra, mate y tragos", camarada.