MIQUEL ÀNGEL SÒRIA
Dia i nit
Quan la nit és amb mi
amb tu se'n va el dia.
Quan jo miro aixecar-se l'alba,
desitjo que tinguis dolça son.
Quan Viet-Nam està dormint
està Cuba desperta.
En aquest segle,
ens rellevem en la guàrdia.
Hai Bang (Viet-Nam)
El temps ens fa recuperar la història. Reviure uns moments –en alguns casos ja llunyans- que van suposar un fort impacte en una incipient presa de consciència.
I cada any ja no cal fer cap esforç per tornar a ser protagonista, des de la enorme distància, dels fets que portaven uns "barbuts" a entrar en La Habana victoriosos i alegres, mentre un covard Batista fugia cap a l'imperi. Ja han passat cinquanta-tres anys d'aquelles imatges i encara segueixen impregnant la pupil·la.
D'aquells moments no en tinc consciència de la grandesa del personatge Fidel, que s'exclou expressament del primer govern per deixar-lo en mans dels representants dels antics partits, ràpidament arribats de l'exili. I no és gratuït que recordi aquesta actitud, quan els seus enemics no tenen gairebé altres adjectius per a ell, que el de dictador.
Deia que els antics polítics retornen de l'exili, per la qual cosa cap d'ells havia fet la revolució i això es fa notar aviat. Faig un incís per imaginar-me, ara, el retorn de la "gusanera" de Miami a governar el país. Tancat l'incís, ¿com havien d'actuar aquells polítics –"que no els representaven"- en el moment de prendre les primeres mesures contra els criminals de guerra i els malbaratadors dels bens de l'Estat? El primer ministre, Miró Cardona, és apartat del càrrec per la seva posició contrària al tancament de les cases de joc.
I Fidel, a contracor, ha d'assumir la direcció del govern. Sempre ha declarat la Revolució com a "humanista" i "cubana" però també i malgrat els esforços de l'imperialisme, es nega a declarar-se anticomunista –atenció al matís- i parla d'una política d'unitat popular.
Al Discurs de la Victòria (8 de gener de 1959) a la caserna Columbia, el poden escoltar:
"¿Pero quién ganó la guerra? El pueblo. El pueblo ganó la guerra. Esta
guerra no la ganó nadie más que el pueblo. Y lo digo por si alguien cree
que la ganó él, o por si alguna tropa cree que la ganó ella.
Y por tanto, antes que nada, el pueblo.
Pero hay algo más. La revolución no me interesa a mí como persona ni a
otro como comandante, como persona, ni a otro capitán, ni a tal
columna.
¡La revolución al que le interesa es al pueblo!"
I el poble el va escoltar i va decidir passar el protagonisme als seus veritables caps. I va ser el poble el que es va voler veure reflectit en les figures de Fidel, Che, Camilo, Raül,...o de qualsevol anònim milicià.
Recorriendo La Habana del Este con Sule
Todo es nuevo en La Habana del Este.
Los edificios equilibran el sonido del mar y la luz.
¿Qué tambor de alegría en este país, este primer
territorio libre de América,
donde se renace a cada instante
y se combate contra el viento, contra la sombra
de los bárbaros?
Este país nuestro casa y puente
en el que no hay una sola pregunta sin respuesta.
El miliciano es también en La Habana del Este
la palma más esbelta, erguida como un sable de
olor marino.
El miliciano en todo sitio es lámpara que nunca
duerme,
inscripción de los buzos terrestres.
El miliciano sabe los nombres de todos sus
muertos
y los arranca de la tierra
para que resplandezcan como una toga
fosforescente.
El miliciano es cálido y amoroso. Ilimitado.
Su presencia se nos queda en las manos
como un anillo de medida perfecta.
Thelma Nava (México)
I després, quasi sense temps material per fer-ho, van arribant els avenços socials. Enumero alguns i em quedo curt, però ja són il·lustració: educació popular per a tots –quina enveja, per un ensenyant, la campanya d'alfabetització-, atenció especial a l'art, la investigació científica, els esports. La reforma agrària, va... i malgrat les pressions dels monstre veí, el 26 de juliol de 1959 es reuneixen mig milió de camperols a La Habana.
El 26 de setembre del 1960, davant l'Assemblea General de les Nacions Unides, després d'advertir que, malgrat la seva fama, serà breu, Fidel deixa les coses clares.
"La asamblea general nacional del pueblo de Cuba condena, en fin, la explotación del hombre por el hombre, y la explotación de los países subdesarrollados por el capital financiero imperialista. (Us sona ?)
"En consecuencia, la asamblea general nacional del pueblo de Cuba proclama ante América"─ y lo proclama aquí ante el mundo:
"El derecho de los campesinos a la tierra; el derecho del obrero al fruto de su trabajo; el derecho de los niños a la educación; el derecho de los enfermos a la asistencia médica y hospitalaria; el derecho de los jóvenes al trabajo; el derecho de los estudiantes a la enseñanza libre, experimental y científica; el derecho de los negros y los indios a 'la dignidad plena del hombre'; el derecho de la mujer a la igualdad, civil, social y política; el derecho del anciano a una vejez segura; el derecho de los intelectuales, antistas y científicos a luchar, con sus obras, por un mundo mejor; el derecho de los Estados a la nacionalización de los monopolios imperialistas, rescatando así las riquezas y recursos nacionales; el derecho de los países al comercio libre con todos los pueblos del mundo; el derecho de las naciones a su plena soberanía, el derecho de los pueblos a convertir sus fortalezas militares en escuelas, y armar a sus obreros" ─porque en eso nosotros tenemos que ser armamentistas, en armar a nuestro pueblo para defendernos de los ataques imperialistas─ ..." y armar a sus obreros, campesinos, estudiantes, intelectuales, al negro, al indio, a la mujer, al joven, al anciano, a todos los oprimidos y explotados, para que defiendan, por sí mismos, sus derechos y sus destinos".
Algunos querían conocer cuál era la línea del gobierno revolucionario de Cuba. Pues bien, ¡esta es nuestra línea!
Si algú, a l'imperi, creia estúpidament que la revolució cubana era una més de les orquestrades pels poderosos (recordeu Queimada, de Gillo Pontecorvo?); d'aquelles d'elaboració senzilla: "canviem quelcom perquè tot segueixi igual", no havia entès res.
Però els intel·lectuals de tot el món se'n van adonar immediatament.
Rosa nàutica
Los cónsules habían tirado su honor a los perros,
su carne envenenada.
La noche andaba con su balde de petróleo
entre las estatuas.
El sol sorprendía a los mercaderes contando dinero
en las escalinatas.
Las mujeres tenían vergüenza de los hombres.
Los hijos, tristes,ambulaban.
Cuando del lado del mar de las Antillas
se alzó una palabra
y empezó a dar la vuelta la mundo,
enceguecedora, blanca,
mientras barbudos ángels de pueblo
iban con niños en las espaldas.
El primero que la vio fue el sereno
de una fábrica.
El sereno golpeó con el revólver la puerta del dueño.
Se hizo a luz en la ventana.
El sereno dijo:
"Las doce de la noche, pero es la mañana."
La paloma estaba dando la vuelta al mundo,
enceguedora, alta.
Cuando los árboles se mecían
era porque la paloma pasaba.
Nunca he visto a tanto árbol mecerse,
a tanto trigo, en la tierra americana.
El herrero de chispas en el pelo
salió para mirarla.
El negro se puso a llorar en el algodonal
que era una nube blanca.
El indio apareció con su machete
de entre las verdes cañas.
El minero sacó a la luz desde la noche
sus ojos de cantàrida.
La libertad volvía por el cielo.
Era una estrella y palpitaba.
La había puesto el hombre.
Todos la contemplaban.
Pero los cónsules seguían tirando su honor a los perros,
su carne envenenada.
Por los pasillos iban y venían
los vendedores de palabras.
Un Moisés abandonado por el pueblo
hería la peña con su vara.
La peña daba cuervos de petróleo
porque el pueblo no estaba.
Se lo veía en el desierto, lejos,
como una isla de lana.
Arriba estaba la bandera sola
salida de las aguas.
Con tizas de los niños he salido a escribir
la palabra en mi casa.
Tengo la tiza azul,
la blanca;
la verde de la ceiba de Colón
que en Cuba echó su ancla:
la amarilla de las trompetas celestes;
la roja de las marchas...
Con treinta y dos colores
escribo la palabra.
Hago una estrella, hago una rosa móvil.
Vivo en la calle Cuba de la patria.
José Pedroni (Argentina)
Romance de la caña enhiesta
I
JUGLAR
Que venían de bajada
y arriba Sierra Maestra
el cañaveral sonoro
cantaba la buena nueva.
Era el veintiséis de julio,
para el guajiro una fecha
fecunda en barbas floridas
y rotunda en la promesa.
CORO DEL PUEBLO
Fidel Castro se llamaba
el capitán de la empresa.
II
JUGLAR
La sangre que los movía
era la sangre de América,
y la voz que los llamaba
era una voz de protesta:
¡Que se nos muere el guajiro
ayuno de pan y en pena
con cinco cañas crispadas
clamando en la mano izquierda!
CORO DEL PUEBLO
Fidel Castro se llamaba
el capitán de la empresa.
III
JUGLAR
Una realidad de azúcar
se hizo dulce independencia.
¡Qué amarga al pueblo le supo
antes de Sierra Maestra!
Hoy al son del nuevo son
el guajiro despereza
aquel su cansancio antiguo,
y es que la caña está enhiesta.
CORO DEL PUEBLO
¡Que Fidel Castro se llama
el capitán de la empresa!
Lauro Olmo (Espanya)