MIQUEL ÀNGEL SÒRIA
El franquisme, entre d'altres moltes coses igual de monstruoses, passarà a la història pel més gran nombre de presos polítics 'suïcidats' a les comissaries de policia o "casas-cuartel" de la guàrdia civil i pel gran nombre d'obrers "voladors" abatuts pels trets a l'aire de la policia.
Deia Jesús López Pacheco:
─Si no fueran ciegos
nos verían esta luz que habita nuestro pecho.
─Hijo, abrígate bien. Y ponte la bufanda.
No vayas a coger alguna bala en los pulmones.
Que no está el tiempo bueno todavía.
El dirigent del PCE Julián Grimau va ser llançat a un carreró des d'una finestra del segon pis de l'edifici on ara hi ha la Comunitat de Madrid. No va morir de la caiguda i el 20 d'abril de 1963 era afusellat.
Alfonso Sastre, sota el pseudònim d'Antón Salamanca, amb la ironia que permet el dolor escrivia
LA VENTANA INDISCRETA
(JULIÁN GRIMAU)
¡Otra vez esas radios extranjeras
vomitan contra España su veneno!
Salimos ahora al paso de ese trueno
explicando las cosas verdaderas.
No ha habido tal señor defenestrado
ni se empleó en su trato la tortura.
Tratósele con tacto y con dulzura.
Se le invitó a pasar a lo vedado.
Saludósele allí con cortesía.
Preguntósele por sus actividades
de manera correcta y muy humana.
Díjonos su opinión de la amnistía.
Dijímosle después nuestras verdades
y arrojóse sin más por la ventana.
(Publicat a España, hoy, Ruedo Ibérico, París, 1963)
Seguim amb Alfonso Satre.
YO NO SABÍA QUE TE LLAMABAS JULIÁN GRIMAU
Tú ya no puedes acordarte
te han matado
hijos de puta Dios mío te han matado!
No puedes acordarte de mí pero sabías
que fuimos juntos en el autobús después de la reunión
y era la crisis del Caribe
y llevabas una cartera grande
y eras modestamente heroico
hombre sin gestos eras
y el color gris de la calle era tu gris
y un fuego rojo oculto ardía en la mitad de tu corazón
y ahora te digo lo que sé Julián Grimau
Y es que ese fuego rojo nuestro no se apaga
(Vida del hombre invisible contada por él mismo)
SONETO XV
(Muerte de Julián Grimau)
Que haya un cadàver más, ¿que importa al mundo?
Pero el mundo se agita y se remueve.
En el mil novecientos treinta y nueve
se fusilaba más sin tanto inmundo
protestar de masones, liberales,
comunistas, socialdemocristianos,
escritores borrachos, italianos,
gente de mal vivir y radicales.
Pero además, ¿qué pasa? ¿Qué presentas,
mundo, como protesta, inoportuno?
¿Te parece tan grave, pues, la cosa?
¿Tanta importancia tiene, a fin de cuentas,
que sean un millón o un millón y uno
los muertos de una guerra tan gloriosa?
(1963, a Residuos urbanos. Tiempos difíciles)
Quan ja tot ha passat només ens queda la memòria. Com a mínim rehabilitar-la. Doncs ni això permet la justícia de la "democràcia". Tant se val que ens governin corbs o bambis.
Però nosaltres, amb els nostres pobres mitjans, mantindrem viva la flama de la memòria i recordarem. Potser ja ni perdonarem: són massa els morts que han de suportar tots els franquistes i els seus escolans. Atansar una mà per ajudar-los a enfonsar-se en el cel que tant s'estimen. Un dubte: al cel o a l'infern. Sempre he pensat que al cel, ja que nosaltres, els dolents anirem a l'infern i millor no trobar-los. Però trobo una resposta de José Bergamín, a pregunta d'Alfonso Sastre, i em planteja de nou el dubte. Escriu Sastre: "pregunté al gran escritor si era cierto que él había dicho que estaría con los comunistas 'hasta la muerte pero ni un momento más', y si esa frase incluía la broma de pensar que después de su muerte, él, Bergamín, iría al cielo y los comunistas al infierno, y entonces él se rió abiertamente de mí: 'No, muy al contrario –me respondió- porque has de saber que todos los comunistas van al cielo'."
I m'he desviat, però ha valgut la pena, perquè ara sabem que al cel trobarem a Julián Grimau.
Segueixo amb el record de companys seus.
VEINTE DE ABRIL
Carlos Álvarez
EN ESTA geografía de presidios,
y a través
de la crónica amarga de torturas,
lentos
caminos desbrozando el horizonte,
sucios
asesinatos a la luz del alba
donde terminan nuestros hombres,
-donde nace
también nuestra leyenda- no resulta
posible,
Julián, mi noble hermano,
predecir
en qué lugar nos llegará el futuro
más inmediato... (el otro siempre es nuestro.)
Yo no sé
si cambiaré un paisaje al aire libre
con árboles y cielo y sol de estío,
por un estrecho marco de silencio,
de sombras,
de lucha renovada...
Por eso, si ocurriera
que mi voz no estuviera con tu nombre
en los labios
cuando un veinte de abril hecho marea
de sangre y de dolor nos vuelva el llanto
de España en tus heridas, imagina
que tengo amordazados los latidos;
que algún muro
sujeta mis palabras; que me encuentro
más cerca de los míos que otras veces,
Julián, campo de espigas...
definitivo màrtir de la patria.
(Como la espuma lucha con la roca)
Des de l'exili mexicà, Juan Rejano:
ELEGÍA ROTA PARA UN HIMNO
[...]
Entonces fue.
Gritó la voz enana,
enloquecida voz, la voz
hedionda,
aulló, gritó, ordenó
sádicamente la ración de crimen
dispuesta para el día,
y luego se sentó sobre la Cruz,
sobre la Cruz de Roma.
Entonces
fue. El miedo le subía
por los oscuros fondos del instinto.
[...]
No te han vencido,
amigo, compañero de la rama
vencida, lazarillo
del más hermoso sueño, no
te han vencido, perduras, ahora estás
entre las cumbres y no obstante,
caminas con nosotros,
te rodean
los brazos que te aman,
siembras,
fundas
los nidos del futuro.
[...]
Puedes brillar tranquilo,
tú lo sabes.
Estamos hechos para la tormenta,
para el beso creador
estamos hechos.
A tu fulgor, marchamos. Ya han crecido,
al borde de tu sombra arbustos
jóvenes.
Ellos te llevan en los labios.
Vamos
contigo a defender la primavera,
contigo
a levantar la nueva casa.
(En la muerte de Julián Grimau, 1963 –fragments-)
I aquí seguim, amatents.